No sabemos con certeza cómo nos vieron los dioses del cielo, pero sí sabemos cómo se ve Antímano a tres metros del suelo, de ese momento diremos: un pueblo más que ideas entrega pasiones.
Por Indira Guerrero
Noticias24
Sólo hay una forma de ver las cosas casi como si fuéramos Hugo Chávez, y es estar al lado para verlo con él y escuchar cómo lo vive; por eso Noticias24 en una oportunidad inédita, se montó en el camión con el Presidente, en un recorrido que iba de Antímano a Carapita, el resultado fue una experiencia.
Jacqueline, ¿qué dice ahí? hay que leer que dice la gente, hay que saber lo que dicen”; es el llamado del Presidente a leer las pancartas
Tres cosas sabemos ahora: a Chávez le gusta el café, pero no muy caliente; lee las pancartas, y mucha gente lo ama. “Jacqueline, ¿qué dice ahí? hay que leer qué dice la gente, hay que saber lo que dicen”; es el llamado del Presidente a leer las pancartas en las que la gente reclama y él de allí mismo gestiona.
El Presidente ve a su gente .“¿Sabes cuándo se convocó esto? Anoche y mira toda esta gente; espera, Nicolás, cuéntale cuando se convocó esto, porque quizás no me cree”. “Claro, anoche” reafirma el Canciller.
El equipo que lo acompaña se reparte la tarea: “Yo estoy atendiendo ese refugio” dice Diosdado Cabello para avisar que ya se están ocupando.
“Los ves, los pobres, la gente que nos necesita, por ellos hay que trabajar” son palabras de compromiso que dice el candidato a la reelección cuando observa a la gente.
“Mira esa belleza, casas dignas para el pueblo; tremendos apartamentos con su cocina para que la gente viva (…) ¿Sábes cuanto paga la gente por eso? Nada ”. Chávez se regocija cuando pasa entre la gente y ve su obra, la impresión es como : soy digno de su afecto.
“Sabes lo que es vivir ahí, en el cerro, en casas de lata (…) Yo sí”
Cartas, sobres y peticiones van llenado las bolsas que lleva el camión donde viaja el candidato, “Nicolás, Jacqueline recójanlas todas, hay que recibirlas, papeles y más papeles” ; varias de ellas le dan en la cara, y a eso Chávez sonríe. Pero queda una sensación más, es inevitable imaginarse qué pensó ese hombre o mujer cuando escribió su mensaje; ¿con cuánta esperanza viaja un deseo?.
Si hay algo que impresiona de este tipo de actividades, es la gente que llora; desde donde estamos se ve como de ningún otro lugar. Cuando estás a 10 metros del fanático, lo ves y aunque no articula palabra está gritando, cuando estás un poco más cerca él aún grita pero además ríe, se bate y arma su frase – por decir la más reiterada—“Te amo”, con ese esfuerzo definitivamente se gana la mirada de Chávez y él les responde: “¡Epa compadre!”; al afortunado le cambia el gesto, se lleva las manos a la cara, está llorando. Expertos explicaban el por qué de este fenómeno en la fans de Justin Bieber como la forma segura de expresar sus sentimientos e impotencia por un amor irrealizable; y aclaramos esto solo cabe en los más fanáticos; también sabemos de un universo que no soporta a Bieber.
“Ves ese terreno, ese era el de Coca-Cola, lo tenían allí de depósito, nosotros lo expropiamos, ahora serán casa para el pueblo” dice Chávez contento de haber cambiado galpones por hogares.
Arriba en el cerro, una casa muy lejos de la caravana , hizo con pitos y pancartas un balcón; Cilia Flores le dijo: “Allá Presidente”; él alzó los brazos y lanzó su beso. “Sabes lo que es vivir ahí, en el cerro, en casas de lata (…) Yo sí”, dijo reconociendo la pobreza. Su puño y letra se imprimió en el libro de un seguidor para inmortalizarle un eterno recuerdo.
“Mira cuánta gente joven, de sangre india, afro; como yo, como tú” es un pensamiento a voz de Chávez y su gente; entre todos un tinte de cabello marca la diferencia y él lo nota, “bueno una que otra catira, de ellas también venimos”.
“Mira esa niña”, “Cuídala compadre”, “¡qué hermosa esa negra!”. Al candidato lo cautivan los niños, para ellos siempre hay una mirada y un gesto; quizás por lo que dicen que un hombre que es padre ve en todos, los ojos de sus hijos.
“¿Qué te pareció mi carroza?”
En Carapita lo esperaba una tarima, la entrada la dio un toque de diana, en el vocabulario militar es el sonido que rompe el alba, despierta a los soldados en las plazas y avisa que continua la jornada.
Antes de bajarse del camión y montarse en su tarima, Chávez se despidió con una pregunta “¿Qué te pareció mi carroza?”.
Que el 7 de octubre hable por la mayoría, porque esto hablará solo por lo que pasó ayer de Antímano a Carapita, y si ahí hubo un sentimiento distinto, al menos desde el camión del candidato, no se veía.
Pero si Chavez es multimillonario! Tiene aviones, casas, carros, y mucho dinero para botar! que viva en un rancho, qué gran mentiroso!
ResponderBorrarImpresionante los fanáticos, no se dan cuenta que Chavez es multimillonario, los tiene enganhados!